Nonato Coo - Niños Del Cerro



Este 2015 viene algo condicionado por lo que a todas luces parece un punto de inflexión bastante notorio en la escena nacional. Y es bueno. Bueno por muchos motivos.
Quizás el que más resalte sea el hecho que remover las aguas siempre es señal de agitación, de cambiar. El segundo, que la música clasificada como independiente desde el 2010 en adelante (tal vez un poco antes) ya está asentada con cierta comodidad y se hicieron dueños de su espacio; la independencia ya no es tal, y el formato estilístico de los sintes y el pop bailable estaban volviendo un poco uniforme la idea que se tenía como tal de música -a falta de un mejor adjetivo- emergente.
La respuesta natural a esto fue la proliferación de una escena dispar estilísticamente, desde el pop de guitarras hasta la etiqueta que guste posicionar aquí. Bandas como Patio Solar o My Light Shines For You comparten sin muchos abanderamientos sonoros un procedimiento de trabajo similar. Tal vez venga de ahí la cohesión y esa ventolera con un potente e indesmentible aroma a recambio. Y se agradece. Realmente se agradece.

¿Qué faltaba? Pues producciones a las que asirse, esos estandartes bajo los que cobijarse y poder materializar lo que ya se daba en las calles, en las tocatas. Primero vino esa punta de lanza de pop genialmente ganchero de "Temporada" (2015), de mano del sello Piloto, y ahora llega la ratificación con este "Nonato Coo" (2015) que más allá de cumplir con esta materialización de una escena -aunque se hace cargo del peso, sea necesario o no- entrega un trabajo precioso, ni más ni menos.

Permitiéndome un poco de espacio hago el enlace con Naoki Urasawa, un célebre mangaka , quien en su obra "20th Century Boys" hablaba sobre esto mismo: el recambio, cómo muchas veces las nuevas generaciones, desde su niñez y juventud pueden realizar acciones que repercuten fuertemente en el futuro, ya sea para bien o para mal. Y este álbum tiene algo de eso, esa sensación indiscutible que acá hay un eco, es una apuesta. Es difícil jactarse de certezas, no obstante es un viaje que amerita ser recorrido.

Las reverberaciones a lo Velvet Underground en la apertura de 'Capital' o ese tono tropical texturizado de 'José De los Rayos' son difíciles de pasar desapercibidas. El mismo tema homónimo que acusa una cooperación con Yaney Salgado (Patio Solar) ya habla de esa especie de colectividad en la ejecución, una que termina por permear las composiciones. 

‘Viste Las Palabras’ se retrotrae al pop urgente, uno que a rítmica y guitarra texturizada nos hace sentir apurados, más no aturdidos. 

‘Nos Vemos Cómodos En Este Frío’ es el despliegue; una llanura donde reposar tras los vaivenes musicales del disco. Y es que acusar una corriente predominante en el ánimo de la placa, más que difícil es imposible. Porque no lo hay. Y tejer un lienzo con muchas tendencias pero que no acuse a simple vista las costuras es todo un logro. 

Para finalizar la idea del quinto párrafo y de paso cerrar esta reseña, Kenji Endo, el protagonista de la obra antes mencionada, era un tipo normal que trabajaba en una tienda -a lo minimarket de barrio- y creía que podía salvar al mundo con música. Pues yo creo que este álbum hará del mundo algo mejor o, al menos, ayudará a tener un mucho mejor panorama musical. 

Tal vez "Nonato Coo" contribuirá con varias canciones que de seguro estarán en las playlist locales del siguiente lustro. Por lo menos así debería ocurrir.

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