The Virginmarys - King of Conflict (2013)



El término rock cada día se acerca con más presteza al baúl de lo anacrónico. Ya sea por la diversificación que ha sufrido o por la carencia de un representante que lo refresque, el rock -como adjetivo- no encuentra hoy por hoy muchos exponentes consolidados que puedan inyectar nuevos aires a un sistema vital que parece no poder retomar el vuelo.

Los intentos por resucitarlo y sacarlo de su estancamiento han sido varios y generalmente vienen dirigidos desde bandas jóvenes que en un afán revival llenan de sangre nueva las venas del género por un tiempo. Sin embargo, este impacto no llega a concretarse nunca en una resurrección total, y lo que parte auspiciosamente, termina perdiendo carrera; trotando primero, para luego estancarse totalmente, en la mayoría de los casos.

Esto se puede atribuir a la ausencia de un movimiento que respalde el bombazo inicial, segregándolo a intentos aislados que quedan en el anecdotario, solo amparados en buenos debuts que no cruzan más allá del intento.

La banda que nos convoca –por ejemplo- se saca un tremendo primer disco, no tan sorpresivo, pero si muy contundente, ganándose el voto de confianza como una propuesta que se pueda perpetuar al largo plazo, y escape a ese nicho que componen bandas como Wolfmother. Ni más ni menos, hablamos de The Virginmarys, un trío británico que luce en su abanico sónico claras reminiscencias al hardrock setentero, pero no descuidan esa actualización que resitúa a sus canciones con un tono acorde a nuestros tiempos.

"King Of Conflict", marca el debut del grupo propiamente tal, ya que pese a estar en actividad desde el 2006 y lanzar 4 EP's , este vendría a ser su primer LP. Conformado principalmente por canciones ya probadas, que no por ello pierden mérito, es un combo de 12 temas compacto e incendiario, lleno de certezas y sin ningún traspié. Así exactamente como leyó: un disco sin debilidades.

De entrada 'Dead Man Shoe’s''Just A Ride' y 'Portrait Of Red' abaten con su absoluta potencia. Una tríada que no solo sirve como estocada embelesante, sino que además devela la talla de canciones con las que nos toparemos a lo largo del recorrido. Un golpe a lo seguro.

Y no se detienen ahí. Ally Dickaty se exprime a sí mismo y a su guitarra con 'Out Of Mind' 'Bang Bang Bang'. Imagínense, ya van cinco canciones y absolutamente todas relucen por su entrega sin compromisos. Imposible no dejarse llevar.

Más adelante aparecen 'Dressed To Kill' o 'Taking The Blame'. Ambas son una fiesta de riffs y, sobretodo, batacazos a toda marcha de parte de Danny Dolan. El espectáculo parece no terminar nunca, y cuando lo hace, cierra de forma magistral con 'Ends Don’t Mend', canción hardrockera en estado puro, dando espacio al hidden track 'Stripped' y cerrando el disco en un punto alto. Por mí, que siguiera sonando, con tanto material bueno no se puede pedir más.

¿Puntos flacos? Se podría sacar cualquiera: 'You’ve Got Your Money, I Got My Soul' o 'Running For Life' o la que sea, ya que todos conservan un nivel altísimo, lo que a la vez lo torna en un debut peligroso. ¿Cómo replicar esto más adelante? ¿Cómo avanzar después de tan tremendo disco? Pues, como decía más arriba: no se puede saber. Solo queda darle el voto de confianza a The Virginmarys y, si todo anda tan bien como en este disco, de seguro no se harán esperar otras obras auspiciosas. Ante tal remezón solo queda eso y disfrutar de tan extraordinario primer disco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

se acepta llevar la contra a continuacion