Alex
Turner es uno de esos personajes que aparecen de vez en cuando por
cada época. Contándonos mediante una visión práctica como ven el mundo que los
rodea, leen los signos de su generación traduciéndolos a sus escuchas. En esta materias el líder de los Arctic Monkeys tiene un prontuario marcadísimo, tanto
en su banda matriz , como con Last Shadow Puppets, se las arregla para
agregarle el condimento picante e irónico a sus letras, pero
principalmente a su música.
Con los
antecedentes citados se sobrentiende que su debut solista venga
recién a ver la luz este año y bajo el formato de EP, pero
mas decidor aun, como el soundtrack de una película, y una que
parece casi hecha a la medida de Turner. Quien saca su artillería sónica en una colección difícil de eludir.
El formato solo
permite seis canciones, y eso alcanza para conformar la atmósfera
paródica de “Submarine”.Una que habla de comedias trágicas, un barniz de humor
negro marcadamente británico y ante todo folk. Contemplativo y con muchas
tonalidades grises, hechas por y para adornar historias de amores particulares
y de paso insertarnos en los parajes húmedos en que se desenvuelve el escenario
del EP. Es difícil no rendirse a ejercicios tan honestos y desprovistos como
“Glass in thepark” o “It’s hard to get around the wind”. Voz y guitarra
(mas acertadas inclusiones eléctricas) se coluden en un resultado que a ratos
roza lo emocional, sin tener que caer en ningún momento en la melosidad
obvia.
La intro de “Stuck on the puzzle” es una antelación
perfecta para traducir las frecuencias de medio tiempo que traerá el resto de
Submarine, por su parte “Hiding tonight” y “Glass in the park”, dan lugar a que
la voz ,que sin ser espectacular, llene espacios. Pero la formula estaría
incompleta sin hacer mención a los arreglos leves y unos marcados ecos de fondo
que arman figuras bellísimas. ¿Que decir cuando Turner con un arrastrado
cinismo canta “I’ll
know the way back , if you know the way”?, es para soltar
aprensiones y dejarse guiar. Pero en esta lid tal vez la mas desnuda de todas
sea “It’s hard to get around the wind” que a pulsos sutiles les gana el gallito
a cualquiera que se haga el indiferente, advirtiendo que cada segundo de
descuido es un desperdicio en esta corta travesía.
El final se
corona con un poco de más ornamentación en la rompe almas “Stuck in the Puzzle”
y para que decir “Piledriver Waltz” que es el broche de oro para una tentativa
al borde de lo transparente, en especial esta última que luego sería
incluida en “Suck it and see” el cuarto LP de los Monkeys, sin embargo esa
versión electrizada, pierde un poco de la intimidad que guarda esta, en la cual
uno realmente se pone en el sitio del tipo que pierde a su chica y el dolor se
trasluce como un ruido de mierda, parafraseando a su misma letra. La
finalización con la guitarra eléctrica evocando un aullar etéreo, es
simplemente para arrancar lágrimas a borbotones.
Alex Turner es
un tipo al que hay que tener en cuenta en estos días, es difícil encontrar un
letrista de sus características en nuestros tiempos. Y no solo es de alabar su
pluma, las melodías y los temas en general, salen en defensa de su creador. Si
las auras húmedas y quietas, son lo tuyo, no dejes pasar por nada del mundo
esta incursión, y si es que no, bueno al menos sabrás valorar música de calidad
cuando esta ante ti. (Así mismo; una recomendación en segunda persona,
igual que el EP que va directo a su escucha)
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